CAJAMARCA: VIOLENTA REPRESIÓN POLICIAL CONTRA PROTESTA A PROYECTO MINERO

“No es plata ni oro

lo que se llevan a España,

sino el sudor y la sangre de los indios”

Fray Domingo de Santo Tomás

 

 

Una vez más la violencia se ha desatado en nuestras serranías. Un nuevo conflicto minero ha estallado en Cajamarca, producto de la imposición a sangre y fuego por parte del Estado y de las empresas Southern Perú y Buenaventura de la actividad minera en las tierras de las comunidades campesinas, esta vez en la provincia de Hualgayoc.

Otra vez se repite el abuso de los policías para repeler a la población, que sólo protesta para exigir el respeto a la integridad de sus territorios comunales.

Es increíble que hasta ahora nadie resulte culpable por tantas masacres y lesiones que se producen contra nuestros campesinos, quienes sólo exigen el respeto de sus derechos fundamentales. En efecto, ningún uniformado está siendo ni procesado ni mucho menos sancionado por el uso de las armas letales que emplean en este tipo de manifestaciones populares.

Hoy mantiene toda su vigencia la frase aquella de Bartolomé de las Casas de que "Ni matar ni robar indios se tuvo en estas Indias por crimen". Como vemos, la historia no ha cambiado casi nada. Apenas si han cambiado los nombres de los criminales y las víctimas. Antes eran indios y españoles. Hoy, son campesinos por un lado, y policías, mineros y Estado por otra parte. Como en aquél entonces, hoy matar o agredir a los descendientes de los indígenas no es un delito, sino más bien un acto necesario para lograr que “se respete el orden público y la inversión privada”.

“Aquéllos que reclaman por defender la propiedad sobre sus territorios ancestrales deben ser acusados y sancionados con todo el peso de la ley”. Así reza el discurso actual. Esa es la consigna de los medios de desinformación. Y es la opinión de muchos de los habitantes de las zonas urbanas, que así se convierten en cómplices silenciosos de estas injusticias que día a día viven nuestras comunidades campesinas, tan sólo por el hecho de exigir -como cualquiera de nosotros lo haría- el respeto a la propiedad de sus territorios heredados de sus ancestros y que trasmitirán a sus hijos.

 

COLECTIVO POR LA MADRE TIERRA - COMTERRA