jueves, 2 de junio de 2011

CHOROPAMPA: ONCE AÑOS EN EL OLVIDO Y LO QUE FUJIMORI CALLÓ



No es plata ni oro
lo que se llevan a España,
sino sudor y la sangre de los indios

Fray Domingo de Santo Tomás


El día de hoy se conmemora 11 años del lamentable derrame de mercurio acaecido en los poblados de Choropampa y Magdalena en Cajamarca, acontecimiento que nunca debemos olvidar pues constituye uno de los más triste y dolorosos ejemplos de cómo la minería no sólo destruye a nuestra Madre Tierra, sino también a nuestras hermanas y hermanos campesinos.

Como se recordará, el megaproyecto minero de la empresa Yanacocha, que causó este terrible daño, fue uno de los primeros en ser impulsado como un ejemplo de desarrollo a través del sistema neoliberal y de la gran inversión minera durante el régimen del dictador y genocida Fujimori; y, obviamente, también fue uno de los más escandalosos casos de corrupción entre el Estado y las empresas privadas que se pudieron conocer a través de los famosos vladivideos.

Pero, muy al margen de ello, lo que nos interesa realmente destacar es el tremendo y ya irreparable daño ocasionado a los pobladores de estas comunidades campesinas, quienes producto de la contaminación por mercurio ahora sufren enfermedades mortales, que pueden llegar incluso a producir mutaciones genéticas (ver imágenes adjuntas). Y lo peor de todo es que esta gente sigue olvidada y abandonada, tanto por el Estado como la sociedad en su conjunto y por la propia empresa, no habiendo hasta la fecha ningún responsable ni reparación debida a las víctimas. Como siempre los indígenas son los “nadies” y, en el mejor de los casos, “ciudadanos de tercera categoría”.

Por ello el día de hoy queremos rendir un tributo a todas aquellas víctimas de la actividad minera, y así tratar de recordarle a esta sociedad indiferente y desvinculada de su Madre Tierra que existen otros seres humanos que padecen los costos de una sociedad que exige mantener esta frívola forma de vida occidental que se ha asentado en las ciudades.

Que Magdalena y Choropampa, sean un permanente recuerdo de lo que es capaz de hacer la minería a la naturaleza y a los seres humanos. Y si el dolor de esta gente no es suficiente para sensibilizarnos un poco, por lo menos, que sirva como advertencia de lo que nos puede ocurrir en cualquier momento por culpa de nuestra indiferencia y egoísmo.

Finalmente, esperamos que la famosa frase de Bartolomé de las Casas de que "Ni matar ni robar indios se tuvo en estas Indias por crimen" algún día no muy lejano deje de tener vigencia.


COLECTIVO POR LA MADRE TIERRA - COMTERRA

No hay comentarios:

Publicar un comentario